domingo, 1 de junio de 2014

¿Llega el invierno?

Algunos consejos para el cambio de temporada

El clima “está loco”, decimos los limeños siempre. Amanecemos con garúa, a las 10:00am sale el sol, a las 3:00pm se oculta, a las 5:00pm “corre aire frío”, a las 3:00am empieza a chispear… Sí, parece que está loco.

Ahora que empieza el mes de junio, se espera también que las temperaturas cambien e iniciemos pronto el paso al invierno. En las últimas noticias, “el comité encargado del Estudio del Fenómeno de El Niño (Enfen) ha informado que recién en junio se definirá la real magnitud de este fenómeno en nuestro país”. (Diario-Perú 21).

Venimos escuchando que este año se presentará una vez más el fenómeno del niño, un fenómeno meteorológico, cíclico, que consiste en un cambio en los patrones de movimiento de las corrientes marinas. (¿Sabían que se llama fenómeno del niño, porque se reconoce estos movimientos marinos cerca a las fiestas navideñas? De ahí que se lo relacione con el niño Jesús). Regresando al tema: ¿Cómo nos afectará el fenómeno del niño a los limeños?

Teresa García, meteoróloga del Senamhi  informó  que la temporada de invierno se iniciará el 21 de junio, pero que la calidez no se perderá del todo. “Se estima que se amanecerá con temperaturas de entre 19°C y 20°C,.. [Cuando lo normal en estas fechas] es que los termómetros marquen entre 16°C y 17°C”. (Diario-Perú 21).
 ¿A qué se debe esto? Pues a la llegada del fenómeno del niño con sus corrientes calientes a las costas peruanas. Sin embargo, esto no nos dice que no habrá invierno. Incluso, se ha señalado que se presentarán algunos fuertes vientos  o corrientes frías por las tardes, pero que las temperaturas se mantendrán en dichos rangos. Esto nos deja a todos en un estado de incomprensión constante del clima ¿cómo prepararme para el invierno?
Más aún como padres y maestros, ¿cómo cuidar a los niños en esta temporada? Los niños suelen llegar bien abrigados por las mañanas al nido, empezar a quitarse las prendas a media mañana y terminar nuevamente “enchompados” tras el almuerzo. Entonces, ¿qué cuidados tener?
Aquí,  5 consejos realmente necesarios para el cambio de temporada:
1.   Reforzar los hábitos de higiene: Nada previene más de un resfrío y una enfermedad que un buen estado de salud y hábitos saludables. Lavarse las manos cada vez que se llega a casa, al nido, o a un lugar después de haber transitado la calle.  Estudios demuestran que la lavada de manos es la mejor arma contra los contagios. En caso no se pudiera mantener este hábito siempre, (pues no siempre se cuenta con un caño a la mano), es recomendable cargar con un pote pequeño de gel anti bacterial. Un punto importante es que es necesario enseñar este hábito, no basta con realizarlo con los niños, sino inculcarles el valor del mismo y recordarles que aunque no se encuentren con ustedes, ellos deben realizarlo siempre que usen los servicios higiénicos, se ensucian, juegan en el parque o vayan a comer.
2.   Cuidar la alimentación: Es cierto que en esta temporada provoca más comer un sándwich mixto caliente que una ensalada de frutas; pero en invierno se necesita más de las vitaminas y minerales, pues estos aumentan el sistema inmunológico encargado de las defensas del cuerpo. Mantener una dieta balanceada con frutas, verduras, carbohidratos y fuentes de proteínas, será necesario. Por otro lado, no olvidar la hidratación, prefiriendo siempre el consumo de agua (no jugos azucarados ni gaseosas).
3.  Mantener la realización  de actividades físicas y al aire libre: Muchas veces los padres prefieren encerrarse en casa durante una tarde considerada fría, creen que si salen “los chicos se resfriarán”.  Para mantener un buen estado de salud, el cuerpo necesita oxigenarse, estar activo, y en ambientes abiertos. No descartemos las salidas al parque, al zoológico, a la playa a caminar, montar bicicleta o ir de excursión al Morro solar. Solo se necesita un buen abrigo. Estas actividades son preferibles a salir a los centros comerciales, zonas de juegos o cine, donde el aire acondicionado y la presencia de tantas personas en espacios cerrados, sí puede incrementar las posibilidades de resfríos.
4.    El abrigo: Como señalaba en líneas anteriores es necesario contar siempre con un buen abrigo ante una tarde fría o una mañana con garúa; sin embargo, no olvidemos que nuestro clima es altamente cambiante y no queremos sofocar a los niños. Muchas veces se cree que un buen abrigo prevendrá de cualquier enfermedad, sin darse cuenta que el exceso de abrigo puede provocar que el niño se enferme, a causa de estar sudando y mantenerse húmedo por largo tiempo. El consejo es cuidar pecho y espalda. Recordar que los niños se mantienen en movimiento constante, por lo que no necesitan de más de dos prendas. Basta con un polo de algodón de manga larga, y colocar encima una capucha gruesa, o casaca cortaviento, o chaleco térmico. En caso sintiera calor o el día aclarara, se pueda quedar con el polo de manga larga. Además, sugiero mucho enseñarles a los chicos a reconocer el estado de sus cuerpos: “tengo calor”, “tengo frío”, pues vemos muchos niños sudando, con miles de prendas e incapaces de reconocer que se están sofocando y vemos niños tiritando y no siendo capaces de ir ellos mismos a buscar abrigo, (todo acorde a la edad).
5.  Reposo: Finalmente, si el resfrío llegara, es necesario tomar reposo. Esto ayuda al cuerpo a usar todas sus energías para generar defensas con el fin de curarse y previene el contagio. Muchas veces los padres envían a los niños con mucosidad o fiebre al nido; efectivamente, puede que  algunos síntomas disminuyan en el día y como ellos dicen, prefieren que no se pierdan de las actividades escolares. Sin embargo, olvidan que el cuerpo es un sistema  que necesita organizar sus trabajos, si el cuerpo debe combatir una bacteria o un virus y a la par prestar atención, realizar actividades o coordinar movimientos, lo más probable es que realice todas las acciones a medias. De ahí los resfríos y enfermedades mal curadas, el cuerpo apaciguo los síntomas, pero no creó los anticuerpos necesarios para combatir la enfermedad. Además, un niño enfermo no puede atender adecuadamente una clase y en la interacción con sus compañeros, solo propaga el virus. Lo más complicado, es que una vez que ese niño se haya curado, estará expuesto nuevamente al mismo virus, pues algún compañero contagiado por él mismo, puede hacer que recaiga.



Tomemos las medidas necesarias para pasar un invierno saludable y feliz, sin perder las energías y ganas de pasar tiempo de disfrute con los niños.

1 comentario:

  1. Gracias por los consejos, sobre todo a los que tenemos hijos chicos.

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