Algunos consejos para el
cambio de temporada
El clima “está loco”, decimos los
limeños siempre. Amanecemos con garúa, a las 10:00am sale el sol, a las 3:00pm
se oculta, a las 5:00pm “corre aire frío”, a las 3:00am empieza a chispear… Sí,
parece que está loco.
Ahora que empieza el mes de
junio, se espera también que las temperaturas cambien e iniciemos pronto el
paso al invierno. En las últimas noticias, “el comité encargado
del Estudio del Fenómeno de El Niño (Enfen) ha informado que recién en junio se
definirá la real magnitud de este fenómeno en nuestro país”.
(Diario-Perú 21).
Venimos escuchando que este año se presentará una vez más el
fenómeno del niño, un fenómeno meteorológico, cíclico, que consiste en un
cambio en los patrones de movimiento de las corrientes marinas. (¿Sabían que se
llama fenómeno del niño, porque se reconoce estos movimientos marinos cerca a
las fiestas navideñas? De ahí que se lo relacione con el niño Jesús). Regresando
al tema: ¿Cómo nos afectará el fenómeno del niño a los limeños?
Teresa García, meteoróloga
del Senamhi informó que la temporada de invierno se iniciará el 21
de junio, pero que la calidez no se perderá del todo. “Se estima que se amanecerá
con temperaturas de entre 19°C y 20°C,.. [Cuando lo normal en
estas fechas] es que los termómetros marquen entre 16°C y 17°C”. (Diario-Perú 21).
¿A qué se debe esto? Pues a la llegada del
fenómeno del niño con sus corrientes calientes a las costas peruanas. Sin
embargo, esto no nos dice que no habrá invierno. Incluso, se ha señalado que se
presentarán algunos fuertes vientos o
corrientes frías por las tardes, pero que las temperaturas se mantendrán en
dichos rangos. Esto nos deja a todos en un estado de incomprensión constante
del clima ¿cómo prepararme para el invierno?
Más aún como padres y maestros,
¿cómo cuidar a los niños en esta temporada? Los niños suelen llegar bien
abrigados por las mañanas al nido, empezar a quitarse las prendas a media
mañana y terminar nuevamente “enchompados” tras el almuerzo. Entonces, ¿qué
cuidados tener?
Aquí, 5 consejos realmente necesarios para
el cambio de temporada:
1. Reforzar los hábitos de higiene: Nada previene más de un resfrío y una
enfermedad que un buen estado de salud y hábitos saludables. Lavarse las manos cada
vez que se llega a casa, al nido, o a un lugar después de haber transitado la
calle. Estudios demuestran que la lavada
de manos es la mejor arma contra los contagios. En caso no se pudiera mantener
este hábito siempre, (pues no siempre se cuenta con un caño a la mano), es
recomendable cargar con un pote pequeño de gel anti bacterial. Un punto
importante es que es necesario enseñar este hábito, no basta con realizarlo con
los niños, sino inculcarles el valor del mismo y recordarles que aunque no se
encuentren con ustedes, ellos deben realizarlo siempre que usen los servicios
higiénicos, se ensucian, juegan en el parque o vayan a comer.
2. Cuidar la alimentación: Es cierto que en esta temporada provoca más
comer un sándwich mixto caliente que una ensalada de frutas; pero en invierno
se necesita más de las vitaminas y minerales, pues estos aumentan el sistema
inmunológico encargado de las defensas del cuerpo. Mantener una dieta
balanceada con frutas, verduras, carbohidratos y fuentes de proteínas, será
necesario. Por otro lado, no olvidar la hidratación, prefiriendo siempre el
consumo de agua (no jugos azucarados ni gaseosas).
3. Mantener la realización de
actividades físicas y al aire libre: Muchas veces los padres prefieren encerrarse
en casa durante una tarde considerada fría, creen que si salen “los chicos se
resfriarán”. Para mantener un buen
estado de salud, el cuerpo necesita oxigenarse, estar activo, y en ambientes
abiertos. No descartemos las salidas al parque, al zoológico, a la playa a
caminar, montar bicicleta o ir de excursión al Morro
solar. Solo se necesita un buen abrigo. Estas actividades son preferibles a
salir a los centros comerciales, zonas de juegos o cine, donde el aire acondicionado
y la presencia de tantas personas en espacios cerrados, sí puede incrementar
las posibilidades de resfríos.
4. El abrigo: Como señalaba en líneas anteriores es necesario contar
siempre con un buen abrigo ante una tarde fría o una mañana con garúa; sin
embargo, no olvidemos que nuestro clima es altamente cambiante y no queremos
sofocar a los niños. Muchas veces se cree que un buen abrigo prevendrá de
cualquier enfermedad, sin darse cuenta que el exceso de abrigo puede provocar
que el niño se enferme, a causa de estar sudando y mantenerse húmedo por largo
tiempo. El consejo es cuidar pecho y espalda. Recordar que los niños se mantienen
en movimiento constante, por lo que no necesitan de más de dos prendas. Basta
con un polo de algodón de manga larga, y colocar encima una capucha gruesa, o casaca
cortaviento, o chaleco térmico. En caso sintiera calor o el día aclarara, se pueda
quedar con el polo de manga larga. Además, sugiero mucho enseñarles a los
chicos a reconocer el estado de sus cuerpos: “tengo calor”, “tengo frío”, pues
vemos muchos niños sudando, con miles de prendas e incapaces de reconocer que
se están sofocando y vemos niños tiritando y no siendo capaces de ir ellos
mismos a buscar abrigo, (todo acorde a la edad).
5. Reposo: Finalmente, si el resfrío llegara, es necesario tomar reposo.
Esto ayuda al cuerpo a usar todas sus energías para generar defensas con el fin
de curarse y previene el contagio. Muchas veces los padres envían a los niños
con mucosidad o fiebre al nido; efectivamente, puede que algunos síntomas disminuyan en el día y como
ellos dicen, prefieren que no se pierdan de las actividades escolares. Sin
embargo, olvidan que el cuerpo es un sistema que necesita organizar sus trabajos, si el
cuerpo debe combatir una bacteria o un virus y a la par prestar atención,
realizar actividades o coordinar movimientos, lo más probable es que realice
todas las acciones a medias. De ahí los resfríos y enfermedades mal curadas, el
cuerpo apaciguo los síntomas, pero no creó los anticuerpos necesarios para
combatir la enfermedad. Además, un niño enfermo no puede atender adecuadamente
una clase y en la interacción con sus compañeros, solo propaga el virus. Lo más
complicado, es que una vez que ese niño se haya curado, estará expuesto
nuevamente al mismo virus, pues algún compañero contagiado por él mismo, puede
hacer que recaiga.
Gracias por los consejos, sobre todo a los que tenemos hijos chicos.
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