martes, 2 de febrero de 2010

¿Enchúfate?

Ante los evidentes cambios que han ocurrido en los últimos años, nuestro estilo de vida ha variado bastante. Son muchos los elementos que hemos ido incorporando a nuestro día a día o que hemos ido dejando de lado. El siglo XXI fue sin duda el siglo del boom tecnológico; hecho que se logró gracias a la masificación de los medios de información y comunicación. Pero, ¿qué tanto ha cambiado nuestra vida desde este hecho?, ¿cómo se volvieron nuestras relaciones sociales? y ¿cómo somos hoy? Pues es obvio que desde la llegada de la tecnología a nuestras vidas esta jamás volvió a ser la misma.

En la actualidad no podríamos concebir nuestra rutina de todos los días sin tecnología, pues los inventos tecnológicos han sabido incorporarse a nuestras vidas, detectando siempre una necesidad y ofreciendo su solución. Debemos reconocer que los inventos tecnológicos han cumplido a la perfección con su objetivo principal: simplificar la vida de las personas. Por dar un ejemplo, actualmente son pocas las personas que se demoran más de diez minutos en preparar un desayuno o una rica comida, pues con las tostadoras, el fast-food de Oster o el Cheff Samsung, no hay plato de comida que no esté listo en cinco minutos, o tal vez en un minuto. Pero al parecer, la tecnología se tomó muy en serio su labor.

Las maquinas simplificaron el trabajo de las personas hasta dejarlas sin empleo. Los discos de música infantil (y las voces alteradas por una máquina que las vuelve sumamente melodiosas), reemplazaron el canto de las mamás por las noches. Hoy, los libros nos cuentan solos sus historias, (basta con pasar las páginas y un dispositivo nos relata los sucesos), los jóvenes ya no salen a jugar al aire libre, pues en la calle no hay enchufes, por lo tanto no hay Play Station, Game Cube, Wii o Xbox que funcione. La tecnología lo simplificó todo, incluso algo que no fue parte de su objetivo y que tal vez no queríamos simplificar: las relaciones humanas. Tal como lo señalaba Luzmila Mendívil en su ponencia sobre ¿Reconciliar lo irreconciliable?, en el XII Coloquio de Estudiantes de Educación, pareciera que “nos hemos vuelto tele-madres, tele-maestros, tele-amantes”.

Pero sucede que el único acto que nos hace humanos es el poder relacionarnos con otros seres humanos y lamentablemente la tecnología, en su buen intento por solucionar los problemas de las distancias entre las personas y la demanda de comunicación entre ellas, creo diversos sistemas de comunicación virtual que a la larga lo único que hicieron fue crear más distancia entre todos. Es cierto que hoy somos una aldea globalizada, estamos todos intercomunicados, pero en esta aldea, cada uno vive en su casa y si desea decirle algo al vecino ya nadie va y toca la puerta, pues hay unos aparatos fantásticos y una palabra dichosa, (“on”), que basta para verlo y decirlo todo.

La tecnología nos cambió la vida, la forma de ver al mundo, la forma de hacer las cosas, la forma de pensar y la forma de relacionarnos con los demás. Pero creo que si el objetivo era satisfacer nuestras necesidades, ahorrarnos tiempo y trabajo; en el fondo lo que buscábamos era una herramienta que optimizara nuestro tiempo y que nos dejara espacios suficientes para pasarlo con las personas que queremos. Entonces, la tecnología invadió nuestras vidas; se nos hizo muy cercana, muy amiga y empezamos a parecernos a ella: a andar rápido, a hablar rápido; porque para la tecnología, velocidad es sinónimo de eficiencia y todos queremos ser seres eficientes.

Sin embargo, por este mal uso que le hemos dado a un elemento tan útil y necesario por no referirme a él como inevitable, nos hemos olvidado de ser personas y de entablar relaciones de calidad con los demás, pues es imposible pensar que un abrazo virtual, por más lindo que sea el “emoticón”, puede reemplazar a la cálida demostración de afecto que siempre ha sido un abrazo de verdad. El error en el mal uso de las tecnologías está en querer simplificar también las relaciones con las personas, pues eso nos distancia más de los otros y nos deshumaniza.

Considero,como educadora, que es necesario aprender y enseñar a usar las tecnologías para no confundir el rol que ellas tienen ni sus verdaderas funciones; por lo cual, concuerdo con el sociólogo y profesor español Manuel Castells, quien señala que es necesario que la educación intervenga en el ámbito tecnológico. Esta parece ser la respuesta, Luzmila Mendívil nos exhortaba a reconciliar la escuela y la tecnología en su ponencia del XII Coloquio de Estudiantes de Educación. Por otro lado, Cecilia Serpa en su texto “Actualización docente: alumnos nativos y docentes inmigrantes” también señala que “hay que familiarizarse con las tecnologías e incorporarlas al aula”. Tal vez así ya no seríamos clasificados por Mark Prensky entre “nativos e inmigrantes tecnológicos”, pues la idea no es aprender a vivir o convivir con la tecnología, es saber usarla para vivir dignamente y bien. Nosotros no tenemos que enchufarnos a la tecnología, hay que aprender a decidir qué enchufar, cómo, cuándo y dónde.   (M. La Rosa.2009)


Siempre niños

¡Vamos, ven! no te hagas de rogar,
No me digas que nunca lo has hecho,
O acaso, ¿no lo recuerdas?

Anda, no seas así,
Hazlo por los “buenos tiempos”,
¿Por qué tendrías que dejarlos atrás?

¿No recuerdas cuando éramos piratas y corsarios?
¿O cuando era princesa y tú soldado?
¿Nos olvidaste en la piscina chapoteando como peces en el mar?

No te preocupes…
Ven aquí, toma mi mano,
Yo te ayudo a recordar.

¿Qué? ¿Quién te dijo que no puedes?
¿Y quién te dijo que ya no debes?
¿Por qué habrías de haber cambiado?

Ven, y deja de decir que lo has olvidado,
Ya no digas que eran cosas de niños,
Mejor ya no hables más y ven, ¡vamos a jugar!


Poema que escribí inspirada en los días de juego con mi hermano.


Una revisión rápida a la Educación

La educación en el Perú ha ido cambiando a través de los años, pues esta siempre se ha visto fuertemente influenciada por todos los procesos sociales y culturales ocurridos a través de la historia de nuestro país. Desde la época Incaica, podemos notar que la educación de las personas estaba orientada a formarlas en las labores que iban a realizar (en su mayoría agrícolas) para mantener el sistema Inca, sistema que les aseguraba bienestar a todos los habitantes del imperio. Luego, con la llegada de los españoles, la educación estuvo estrechamente relacionada a la Iglesia y a las órdenes religiosas; su objetivo era evangelizar a los indígenas como una medida de contención que permitiría que el poder Español se mantuviera. En los años siguientes, de la República, la educación fue un privilegio que se convirtió en un derecho; pues con la llegada de la democracia, se comprendió el rol fundamental que jugaba la educación en el progreso de las personas y se procuró brindar igualdad de oportunidades.

Con esta breve reseña, se puede observar claramente como la educación ha estado siempre ligada a los sucesos sociales que ocurrían en el país. La educación surgía como la respuesta a una necesidad que buscaba mantener un sistema que permitiera el desarrollo de las personas. Entendiendo desarrollo, según Todaro (1982), como cambios que permiten hacer frente a las necesidades y deseos de un grupo de personas que los aproximen a una “mejor condición de vida” tanto material como espiritual. Por ello, puedo afirmar que la educación, va siempre a la par de esos cambios que aspiran el desarrollo del país. Sin embargo, el problema de la educación en los últimos años, surge cuando pierde esta esencia y se la desvaloriza. Cuando la educación deja de contemplar las necesidades del país y los deseos de las personas, deja de ser una buena educación, deja de aportar a la formación de las personas y a la formación de un estado próspero.

Uno de los grandes retos que se debe afrontar hoy, para considerar a la educación como un proceso que está aportando a la conformación del Perú, es el de cubrir las necesidades de enseñanza específicas de las regiones del país.No se puede enseñar en todas las aulas temas que solo serán aplicados por algunos de los alumnos, no se puede pedir por igual el cumplimiento de ciertos objetivos a todos los niños del Perú. Considero que es necesario tomar en cuenta, por regiones, las necesidades y deseos de los niños, de los pobladores, de las autoridades de la zona, además de las expectativas que tiene el estado sobre dicha región en particular; y en base a ello, re-formular y crear un diseño curricular que cubra esas necesidades y que sea coherente con los cambios que se buscan asumir para mejorar la calidad de vida de las población.

Por su parte, los directores de las UGEL, deben de apoyar la labor del Ministro de Educación y aportar las bases sobre las que se deben de crear los nuevos proyectos y planes educativos. Ellos cuentan con una visión más cercana a la realidad, pues están enterados de los grandes y pequeños problemas que tienen que lidiar los centros educativos bajo su jurisdicción. Son las personas idóneas para la formulación de proyectos y la verificación de su cumplimiento desde un punto de vista relativamente amplio (cómo funcionan los proyectos localmente) y a pequeña escala (cómo funcionan los proyectos en cada centro educativo de su localidad).

Por otro lado, los directores de los centros educativos, específicamente de centros estatales, deben de enfrentar a diario todos los problemas que pueden surgir en el centro y junto a sus propuestas e ideas de innovaciones, deben de notificarlos a las autoridades de las UGEL. Una de las mayores preocupaciones de los directores de los centros educativos debe de ser la adquisición, calificación y selección de elementos que permitan el mejor desarrollo de las clases en sus centros, entre ellos, lo siguiente: maestros capacitados (con experiencia en el campo e intenciones de optimizar el sistema del centro), materiales adecuados (preparados especialmente para el contexto en los que serán usados: libros y material didáctico pertinentes culturalmente), ambientes seguros y acogedores (los directores deben asegurar un clima familiar entre los docentes, alumnos y padres de familia; donde la comunicación y el aprendizaje a través de la interacción social sea lo fundamental).

Finalmente, cerrando esta cadena está el rol del docente, pero que resulta más importante aún, por tratarse de las personas que se enfrentan cara a cara con la labor educativa. Los maestros tienen el gran reto de auto exigirse, cada vez más, un buen nivel académico que les permita ejercer profesionalmente la docencia. Este es un punto que fue sumamente considerado en nuestra historia y que parecería hemos olvidado, pues desde la época Inca, la educación solía ser impartida por las personas que tenían mayores conocimientos y experiencia. El maestro era sumamente respetado. Esta es una de las principales razones por la cual, la educación se encuentra tan desvalorizada hoy en día, pues se confía muy poco en los conocimientos que se reciben en las escuelas, así como de las capacidades que tienen los maestros. No cabe duda que el propio cuerpo docente se ha formado y se está formando en desprestigio, pero sería adecuado tomar las acciones necesarias de forma inmediata, pues es una situación que no puede continuar.

Solo con buenos profesionales, comprometidos realmente con su labor, se podrá crear conciencia en las nuevas generaciones de la importancia de trabajar en pro de la sociedad; trabajando como un conjunto articulado, que busca cambios en las estructuras, las instituciones y en las actitudes del país. Cuando la educación tiene como fin principal el desarrollo íntegro de la persona y toma en cuenta sus necesidades particulares, está aportando al desarrollo del país, pues vale recordar que una nación está formada de personas, no de territorios y considero que la mejor forma de medir el desarrollo de un país es en base a sus pobladores, preguntándoles qué tan cerca se sienten de estar alcanzado una vida plena. Creo que la educación es esa herramienta que nos permite gobernarnos a nosotros mismos, es lo único que permite potenciar las capacidades del ser humano y llevarlo siempre a la búsqueda de mejores condiciones de vida. Por lo que la mejor apuesta que puede realizar un estado pensando en el desarrollo de su población, la que apuesta siempre a ganar, es la de la educación. (M.La Rosa 2007)